lunes, 29 de octubre de 2012


Javier Cercas: "Es el lector el que tiene que decidir muchas de las cosas que suceden en 'Las Leyes de la frontera'"

Javier Cercas: "Es el lector el que tiene que decidir muchas de las cosas que suceden en 'Las Leyes de la frontera'"

lainformacion.com
domingo, 28/10/12 - 00:00
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El escritor cacereño Javier Cercas acaba de publicar en la Editorial Mondadori la que es su última novela, 'Las leyes de la frontera', una historia sobre la figura de un delincuente juvenil de los años 80 en la Gerona de finales de la dictadura franquista.





El escritor cacereño Javier Cercas acaba de publicar en la Editorial Mondadori la que es su última novela, 'Las leyes de la frontera', una historia sobre la figura de un delincuente juvenil de los años 80 en la Gerona de finales de la dictadura franquista.
De este modo, tras ubicar 'Soldados de Salamina' en la Guerra Civil Española y 'Anatomía de un instante' en el 23-F, Cercas, que firmará ejemplares de su novela el próximo miércoles, a las 19.30 horas, en la Facultad de Letras (Campus de la Merced), opta por situar su último libro, sobre todo la primera parte, en la Cataluña de finales de los 70.
'Las leyes de la frontera' aborda la figura de un 'quinqui' adolescente en la Gerona de finales del 'franquismo', una historia contada desde la perspectiva de Cañas, un joven de clase media que, en su adolescencia, formó parte de la banda del Zarco. Veinte años después y convertido en un abogado de prestigio Cañas lo defenderá e intentará sacar de la cárcel. El trío de protagonistas se completa con Tere, otra 'quinqui' adolescente de la que Cañas se enamora.
Y es que, como el mismo confiesa a Europa Press, "siempre me interesaron los chavales violentos de mi época, siempre formaron parte de mi vida, pese a que toda aquella subcultura 'quinqui' no perteneciera a mi propia cultura".
Cercas explica que lo que ocurrió con esa subcultura, formada por una corriente de música, películas, libros y reportajes de prensa, generada desde finales de los 70 a los 80, "es que convirtió de una manera intensa a algunos de esos delincuentes juveniles en verdaderos mitos. Sin embargo, todo aquello desapareció muy rápidamente y nunca más se volvió a hablar de ello ni hacer películas".
Así, cuenta que cuando terminó de escribir 'Anatomía de un instante' acudió a una exposición en Barcelona sobre 'quinquis' de los 80. "Había en las paredes un buen número de retratos de jóvenes, chavales que habían acabado todos muertos, sobre todo por la violencia y la heroína, que fue la verdadera guerra de mi generación".
Esta muestra actuó de detonante de su última novela, un detonante generado por un montón de imágenes que le conmovieron mucho y le hicieron preguntarse, "¿por qué esos chavales habían muerto tan jóvenes y yo no?".
Su protagonista, el Zarco, encarna a aquellos delincuentes juveniles que tan populares se hicieron en los 80 y que provocaban admiración y terror al mismo tiempo. "Es un personaje complejo, idealizado durante buena parte de su vida porque fue visto como un auténtico 'Robin Hood' que robaba a los ricos para dárselo a los pobres".
Pero lo que encuentra el lector de 'Las Leyes de la frontera' es precisamente una desmitificación de esos jóvenes, es decir, su personaje central, el Zarco, actúa como un antihéroe. "Ha vivido una vida intensa, pero al mismo tiempo malograda, posee cierta dignidad y grandeza, pero, al fin y al cabo, es sólo un pobre chaval que ha tenido pocas oportunidades en la vida".
'EL VAQUILLA' COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN
"Yo partí del 'Vaquilla' porque es el mito por excelencia de esa época y dejé en la novela algunos guiños y señas de identidad de este delincuente juvenil, con la idea de que poca gente se acordase de él", aunque matiza que su personaje "es en un 95 por ciento" pura ficción.
Otro de los personas protagonistas, es Cañas, un abogado de prestigio que, en su juventud, formó parte de la banda del Zarco. El libro está contado principalmente desde la óptica de este personaje, quizá porque finalmente "es el protagonista de todo y porque es el punto de vista que más me interesaba", apunta el autor.
Asimismo, según nos cuenta, "Cañas es el personaje que más se parece a mí, en la medida que es un chaval de clase media como yo lo era, que cruza al otro lado de la frontera y se marcha con unos jóvenes forajidos".
En concreto, el libro está estructurado a partir del relato de Cañas, que va a contar la verdadera historia del Zarco a un escritor, sin embargo, a medida que avanza el relato, lo que de verdad le interesará a este confidente no será tanto la historia de este delincuente juvenil, sino la red de relaciones que se establece entre Cañas, el Zarco y Tere, es decir, el trío protagonista.
"Eso que le pasa al escritor de 'Las Leyes de la frontera', que se encuentra con un libro que no esperaba, es lo que siempre me pasa a mí a la hora de afrontar una nueva novela. Empiezo escribiendo un libro que, al final, resulta ser otro", añade.
TERE O LA UNIÓN DE LOS LADOS DE LA FRONTERA
El trío de protagonistas se completa con Tere, una quinqui adolescente que tiene una singular relación con el Zarco y con Cañas. Cercas explica, a este respecto, que su intención no fue hacer visible el papel de la mujer en aquellas bandas de delincuentes juveniles y que, aunque es cierto que la presencia la mujer en estas bandas había sido siempre testimonial, en su novela no es así.
"Un ejemplo de la importancia de la mujer en estas bandas de 'quinquis' lo vemos en la película 'Deprisa, deprisa' de Carlos Saura, en donde la chica no desempeña un papel tan secundario", afirma el autor.
Igualmente, confiesa que el personaje de Tere "se fue apoderando del relato conforme lo escribía, hasta el punto de erigirse como la figura principal, incluso por encima de Cañas". La joven se convierte en el punto de unión entre los dos lados de la frontera, el del Zarco, es decir, el lado de los marginados; y el de Cañas, el mundo de la justicia y el progreso.
"Es posible que el centro de la novela, el punto más importante de esta historia, que no es más una historia de amor a tres bandas, guarde una relación con esto, ya que para Tere, Cañas no es más que su gran posibilidad de abandonar el lado de allá de la frontera", matiza Cercas.
Se podría decir que el personaje de Tere se convierte en la pregunta fundamental de la novela: ¿existe alguna posibilidad de que los que han nacido en el lado de allá, es decir el de los perdedores y marginados, el lado del Zarco, puedan de alguna manera redimirse para pasar al lado de acá, al lado de Cañas?
El resto de personajes de la novela se completa con un inspector de Policía y el director de la cárcel de Gerona, que actúan de contrapunto a la visión que Cañas tiene del Zarco. "Completan la historia sin acabarla del todo, volviéndola más compleja si cabe, porque el centro de la novela es la pura ambigüedad. Es el lector el que decide muchas de las cosas que suceden 'Las Leyes de la frontera'".
Cercas, muy amante de esas novelas ambiguas, en donde es el lector el que tiene que arrojar luz sobre la oscuridad de la trama, nos adelanta que siempre le ha interesado este tema y que quizá su próximo libro verse sobre la ambigüedad como centro de la novela.
Por último, muy importante en este libro es la ciudad de Gerona, el espacio en donde se desarrollan las dos partes de 'Las leyes de la frontera', una ubicación que Cercas utiliza porque conoce bien "es mi ciudad", pero que al mismo tiempo sirve de imagen del cambio que vivieron todas las ciudades españolas con el fin de la dictadura franquista y el comienzo de la democracia.
"La novela podría transcurrir en cualquier parte, porque la frontera física y moral que separa los dos lados, el lado de allá y el de acá, existía en todas las ciudades". "Al final, la literatura consiste en convertir algo que sucede en una parte en universal", subraya.
Finalmente, esa diferencia temporal entre las dos partes, la primera transcurre en el verano de 1978 y la segunda desde finales de los 70 hasta casi la actualidad, es una forma también de mostrar el cambio que vivieron los centros de las ciudades "con el paso de una sociedad subdesarrollada, la vivida durante el franquismo, a la de una España que creía que vivía en una burbuja de prosperidad infinita", concluye.
(EuropaPress)

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